TUTU Wines
Es un proyecto de Leonardo Erazo Lynch, Aldo Graziani y Miguel Rep.
Vinos Honestos
Vinos originales y auténticos, que se centran en trasmitir pureza y tipicidad en cada botella. Reflejan calidad e identidad: normalmente austeros en la entrada de boca y nariz, concentrados y con gran impacto en el retrogusto. Muestran el lado acido, largo, vertical, y ganan mucho con el tiempo.
Soil-focus Wines
El proyecto surge como continuación de todo el trabajo de estudio, especialización y experimentos de suelos en Mendoza que desarrolló Leo durante aproximadamente 10 años. Con la intención de reflejar la historia, el ADN y la esencia de los grandes vinos y de las variedades autóctonas argentinas, y mostrar el potencial que tienen nuestros terruños. La expresión del lugar como el factor más grande de la diversidad de los vinos Creemos que hay que evitar todo lo que nos aleje de ese origen, apelando siempre a la potencialidad pura del lugar.
La importancia del suelo
En Tutu Wines se rescata la raíz de todos los avances y crecimientos vitivinícolas, a través de cepas ancestrales, prácticas antiguas, y de baja intervención para obtener expresiones puras.
Gualtallary
Gualtallary, en Tupungato, es una de las regiones más prometedoras y enigmáticas de Mendoza, ubicada al oeste de la provincia y delimitando con Chile. Es un distrito que arranca a los 1080 metros sobre el nivel del mar y termina, al menos desde el punto de vista vitivinícola, a unos 2200 mts. y recorre un espacio de 30 kilómetros. En ese salto de poco más de mil metros lo que se registra es un descenso de la temperatura promedio casi 7º C, lo que lo hace una usina de vinos atípicos y al mismo tiempo atractivos, sobre todo por las condiciones de temperatura. La acidez natural se acompaña de una madurez polifenólica –color y taninos– excelentemente lograda.
Altamira
El Paraje Altamira es uno de los lugares con más historia y cultura vitivinícola del Valle de Uco. Se encuentra sobre el cono aluvial del Río Tunuyán. Altamira está plantada sobre el cono aluvial del Río Tunuyán, lo que determina la existencia de suelos pedregosos y con sedimentación fina. Dicho suelo presenta cierta uniformidad entre los 1000 y los 1200 metros de altura y es rico en carbonatos de calcio, arrastrado por el río desde la cordillera.